La risa sanadora.
Contenidos divertidos relacionados con el SENTIDO DEL HUMOR.
"La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa." (Mark Twain).
 

¡El humor me salva del abismo!

El abismo es ese pozo oscuro donde la tristeza campea a sus anchas, en el que cualquier ser humano puede caer por las circunstancias adversas de la existencia, o también ese sitio terrible al que alguien te puede mandar directamente con un empujón traicionero. Y el humor, es ese mecanismo benefactor que nos ayuda a las personas a salir del espeluznante y depresivo agujero negro, pero siempre que aportemos nuestro máximo esfuerzo con amplia sonrisa incluida, para conseguir asomar la cabeza y ver de nuevo el cielo, aunque nunca hay que hacerle ascos a la ayuda desinteresada de un ser especial que pueda aparecer de repente en forma de princesa redentora o ángel protector por poner un ejemplo, en función de los gustos, creencias y necesidades de cada individuo.

© -Fran Laviada

Un alienígena despistado.

¡Un marciano ha llegado a la Tierra y está causando un absoluto caos! RH333-ALFA, es el marciano torpe, que intenta pasar desapercibido, pero todo lo que hace solo le sirve para destacar aún más. Se disfrazó de humano, pero terminó pareciendo un payaso, pero sin gracia, aunque eso no tiene nada de extraño, ya que, de esos, salen muchos todos los días en televisión, algunos disfrazados de políticos y también de periodistas.

   Hace lo posible para hablar con la gente, pero lo único que consigue es decir cosas sin sentido. Incluso un día trató de subir unas escaleras mecánicas, pero terminó bajando en sentido contrario.

   Pero lo más absurdo de todo es su habilidad especial para hacer las cosas al revés. Cuando intenta caminar, cae al suelo. Cuando quiere abrir una puerta, la cierra accidentalmente detrás de él. Hasta hubo una vez que intentó comprar comida en una tienda, pero terminó en la sección de mascotas alimentándose con pienso para gatos, que por cierto, le supo a gloria bendita.

   La gente lo ha bautizado como el extraterrestre patoso y cada vez que lo ven, se descojonan solo con su presencia y del color verde aceituna de su cara, ya ni hablamos.

  RH333-ALFA ya se ha resignado a su situación y ha decidido quedarse en la Tierra, aunque la verdad es que no puede volver a su planeta, ya que la nave en la que vino, no tiene el combustible especial que necesita para un viaje tan largo hasta su hogar en Saturno. Y es que aunque la mayoría de la gente piense que todos los extraterrestres son de Marte, se equivocan. RH333-ALFA es un Saturnino de pura cepa.

   Así que si alguien ve por ahí a un alienígena con cara de atontado y bastante torpe, que no se preocupe, es completamente inofensivo, eso sí, que nadie le dé la mano o simplemente lo toca, transmite un virus galáctico que a los humanos les provoca diarrea. Hay quien se mostró tan efusivo con él que un solo día gastó varios rollos de papel higiénico y de los de triple capa. Así pues, ¡están todos avisados! Eso sí, curiosamente el contagio no hace efecto los fines de semana, así que sábados y domingos se puede socializar con él lo que les apetezca, incluso darle achuchones sin límite a Verdito, así lo empiezan a llamar sus conocidos.

© Fran Laviada

Olores. ¿A quién no le ha pasado esto alguna vez?

Todos hemos pasado por la experiencia de ir al baño en casa de un algún amigo que un día nos ha invitado a tomar una copa y como hemos realizado una evacuación de alto impacto, tardamos en salir para que el aroma que hemos dejado no nos delate a pesar de que gastamos más de medio bote de ambientador. La excusa cuando nuestro amigo nos pregunta el motivo por el que hemos tardado tanto, es decirle que la puerta se había atascado. Una excusa eficaz, excepto si el hedor sigue siendo tan intenso que nos delata.

   Cuando decides dar un paseo en bicicleta por el campo, nunca sabes lo que te puedes encontrar. En un momento dado, te detienes para descansar un poco y de repente sientes un olor extraño. Te das cuenta de que acabas de aparcar tu bicicleta justo al lado de una vaca que está haciendo sus desmesuradas necesidades. La peste es muy fuerte y tú muy delicado, tanto, que te mareas y decides seguir tu camino lo antes posible, pero el tufo te persigue y es entonces cuando miras hacia tus pies y te das cuenta con verdadero asco, de que no solo has pisado la hierba en tu parada de reposo.

   ¿Y quién no ha tenido una cena en familia en la que se han servido alimentos que no nos gustan demasiado? Pero siempre hay una cena que es un poco diferente. El plato estrella de tu tía, es una ensalada con una extraña mezcla de vegetales y otros condimentos que tienen un olor tan fuerte que hace que todos los comensales se quieran tapar la nariz, pero por respeto a tía Enriqueta, nadie lo hace. A medida que la cena avanza, la pestilencia se vuelve cada vez más intensa e insoportable y todos los invitados empiezan a sentirse bastante incómodos. Al final, la reunión familiar se convierte en una carrera por acabar lo antes posible y salir de allí cagando leches, excepto tú, ya que eres el sobrino favorito de tu tía y allí sigues hasta que a ella le entre el sueño y decida ir a acostarse.

   Si alguna vez has tenido una cita a ciegas, puede que hayas quedado en un restaurante con alguien. Todo parece ir bien hasta que te das cuenta de que tu acompañante tiene un olor extraño, o como mínimo, sospechoso. No puedes identificar exactamente de qué se trata, pero comienza a resultar insoportable para un olfato especial, ya que quizá seas una persona en exceso sensible en lo que hace referencia al mundo de los aromas más o menos intensos y de origen desconocido. Tratas de mantener la compostura, pero el olor es tan fuerte que no puedes resistirte a taparte la nariz con la servilleta, aunque lo haces con mucho disimulo. La cita termina rápidamente gracias a que tienes la genial idea de hacer creer a quien te acompaña que has recibido un mensaje para que te presentes con urgencia en tu domicilio. Para salir del paso, dices eso tan utilizado en momentos de emergencia, ¡ya te llamo! Y cuando te vas alejando del restaurante y  te ves a salvo de indeseados tufos, te das cuenta de que quizás las citas a ciegas no son para ti.

  Un buen día que te levantas con una energía disparada, decides hacer una limpieza profunda en tu casa y descubres que hay algunas zonas que han sido ignoradas durante demasiado tiempo. En un rincón del armario encuentras unos calcetines, que has olvidado allí hace ya semanas o incluso meses y cuando los sacas, además de que están tieso como si en vez de un armario los hubieras sacado de la nevera, te das cuenta del olor tan hediondo que desprenden. Es tan fuerte que servirían para anestesiar a una mula. Desesperado por deshacerte del fétido olor, decides meter los calcetines en la lavadora, con una dosis extra de detergente y la misma proporción de un aromatizante, además de ponerla en el ciclo más largo posible Mientras tanto, te das cuenta de que quizá es mejor dejar la limpieza profunda para otro día porque tus perdidos calcetines te han dejado una ligera sensación de mareo.

Si usted vive rodeado o tiene relación más o menos frecuente con individuos que suelen realizar preguntas parecidas a las que se muestran a continuación, tendrá que considerar la posibilidad de alejarse del grupo si no quiere que el resto de la sociedad considere que es usted un profundo ignorante o un idiota incurable. Es decir, ¡huya mientras pueda y sin mirar hacia atrás, pues la ignorancia muchas veces es contagiosa!

Otra cosa es que no le importe la opinión que el prójimo tenga sobre usted, eso ya queda a su libertad de elección. ¿Qué se la trae floja? Pues nada, usted a su bola.

La lista de la memez.

1. ¿Se puede ver el olor?

2. ¿Las hormigas tienen alas?

3. ¿Y los peces pulmones?

4. ¿Los abetos crecen solo de noche y en los días pares?

5. ¿Cuánto pesa una nube de tamaño medio?

6. ¿Los loros pueden hablar varios idiomas?

7. ¿Puede elevarse un elefante un metro del suelo si agita mucho sus enormes orejas?

8.  ¿Los robots tienen corazón?

9. ¿Es posible ver el aire por la noche?

10  ¿Los patos pueden nadar en el mar?

11. ¿Las estrellas brillan de día?

12. ¿Los aviones supersónicos pueden volar bajo el agua?

13. ¿Pueden las vacas alimentadas, con exceso de hidratos de carbono, dar leche azucarada?

14. ¿Podría un Orangután practicar yoga?

15. ¿Un coche podría funcionar solo con dos ruedas?

16. ¿Un gato miope puede distinguir los colores?

Hay unas cuantas más, pero estamos seguros de que a la mitad de las preguntas, más o menos, ya se habrá dado usted cuenta del nivel de su peculiar entorno.

©   Fran Laviada