"Ficcionalidad" (21).
Durante
mucho tiempo la policía tuvo al mafioso Jimmy “El navaja” Corbucci en su
punto de mira. Era el enemigo público número uno y se ofreció una considerable
recompensa a quién pudiera dar alguna pista sobre donde se escondía, aunque,
nadie se atrevió nunca a decir nada, ya que la especialidad de Jimmy,
era rebanar cuellos, como si fueran pan de molde (de ahí su apodo).
Era sin duda, un delincuente de la peor calaña, y muy peligroso, tanto como idiota, y cuando por fin lo pillaron con las manos en la masa (al final, quien lo delato, fue su propia estupidez), y lo encerraron, dejó de ser peligroso, pero siguió siendo idiota, y ahí sigue varios años después, detrás de los barrotes, ejerciendo como tal (es decir, dejando muestras diarias de su permanente idiotez), y aunque todo el mundo en la prisión sabe que es tonto del culo, todos lo tratan con respeto, no vaya a ser que un día le dé por hacer rebanadas.