Corrup-to.
Corrup-to:
Que se deja o se ha dejado pervertir, corromper o viciar.
Funcionario o autoridad pública que ha sido corrompido.
De alguien que se corrompe, muy bien se podría decir entre
otros muchos calificativos, que es deshonesto,
inmoral, indecente, asqueroso, indigno, repugnante, canalla…
Diferentes
tipos de corruptos y asuntos relacionados con la corrupción.
Corrup-tonto:
“Es aquel
que a pesar de no ser muy espabilado, es consciente de que está cometiendo un
delito, y como no podía ser de otra forma, su falta de inteligencia hace que lo
pillen siempre con las manos en la masa”.
Corrup-total:
“Es el
desvergonzado completo, donde hay dinero (público sobre todo), ahí mete la mano.
Lo mismo le da que sea en la construcción de una autopista (por la que no va a
pasar ningún coche), o de un aeropuerto (en el que no va a aterrizar nunca un
avión, ni tan siquiera una avioneta), incluso un palacio de los deportes (que
no se va a utilizar nunca, porque hay goteras permanentes, eso en el mejor de
los casos, ya que lo más probable es que se hunda el techo al día siguiente de
la inauguración)”.
Corrup-tocayo:
“Es el
que está rodeado de otros tan sinvergüenzas como él, y por lo tanto comparte el
mismo nombre de Corrupto”. ¡Vamos a
completar la lista electoral que aquí hay chollo
para todos!
Corrup-tostada:
“Es aquel
que cuando lo descubren, y sale a la luz su cara pringada con la mantequilla de
la inmoralidad, le da la vuelta y presenta para disimular su otra cara, la que
aparentemente le hace parecer honrado. Aunque tarde o temprano caen, porque las
tostadas si las dejas demasiado tiempo en el tostador se acaban quemando”.
Corrup-tordo:
“Es de
esos que cuando son descubiertos cantan como pájaros, y son capaces de delatar
a su propia madre, con tal de salvarse. Además de chorizos, también son cobardes, lo cual debería de suponer un doble
delito”.
Corrup-toro
“Es ese
que está tan ocupado robando el dinero de los contribuyentes, que no se ha dado
cuenta de que le han salido unos cuernos enormes. Eso es lo que ocurre, cuando
en vez de atender a su mujer (en todas sus necesidades) lo único que le
preocupa es estar contando los billetes que sisa.
Corrup-torpedo
“Es aquel
al que la carga explosiva de su indecencia lo lleva cual proyectil directamente
disparado y a toda velocidad, a su nueva vida entre rejas, que obviamente,
siempre es el final merecido para los delincuentes”.
Corrup-torcido
“¡A Manolín,
ya de pequeño se le veía que no iba por el camino recto, y ahora de mayor, que
es Don Manuel y concejal, se creyó que era el Rey del Mambo, y se torció más
todavía!”.
Corrup-tomate
“Él mismo
se delató, cuando lo acusaron de corrupto, y se puso tan rojo, que no había
duda de su culpabilidad”-
Corrup-tonel
“Robó a
manos llenas y su patrimonio engordó tanto, que la obesidad de la corrupción
fue su perdición”.
Corrup-tormento
¿Eres un
cargo público y no te has comportado honestamente? ¿Te está pasando factura la
conciencia? ¿Vives atormentado por tus pecados? Pues ya sabes lo que te queda,
confiesa, devuelve lo robado (hasta el último céntimo), pide perdón y cumple tu
pena (la de cárcel sobre todo).
Corrup-topo
“Son esos
que siempre van de listos, nunca dan la cara y se sumergen en el mundo
subterráneo de las falsas apariencias, para chupar todo lo que pueden, y como
son tan egoístas, siempre quieren más y acaban asomando la cabeza, para recibir
el estacazo que los lleva directamente a chirona”.
Corrup-Topless
“Al
Excelentísimo Señor Gobernador, Le gustaban demasiado los puticlubs, algo que
puede ser muy peligroso para un corrupto, sobre todo cuando paga ciertos
servicios (o vicios, para hablar claro), con dinero del contribuyente (¡Oye que
al contribuyente, también le gustaría ir de putas y no puede porque no tiene ni
para pagarse una mamada!)”.
Corrup-todopoderoso
¡No me lo
puedo creer, pero si era un Ministro! ¡Da igual, como si fuera el conserje del
ministerio, nadie está por encima de la ley!
Me dirijo a ti que ocupas un cargo público y que
has sido elegido por unos votantes que confían en tú gestión, y que esperan de
ti, lo mejor. Lo mismo da que seas el mismísimo presidente del gobierno, un
ministro, un secretario de estado o un simple concejal de Villaburros del Condado Da igual, si te empiezan a entrar dudas y
la tentación de meter la mano en la caja de los dineros públicos ha comenzado a
rondar por tu cabeza, has de hacerte una PREGUNTA:
¿De verdad estoy preparado
para desempeñar el cargo que ocupo?
Es
obvio que no te vas a cortar la mano, para eliminar los malos pensamientos,
aunque en otros países (más bien salvajes y fanáticos), la separarían de tu
cuerpo de un certero hachazo y sin más miramientos, así que lo mejor y más
honesto (siempre y cuando que te quede algo de honestidad), es que dimitas
antes de que el germen malvado de la corrupción te lleve a realizar actos
delictivos, que una vez cometidos, ya no tienen remedio, salvo que tengas una
cara tan dura, como muchos de tus colegas (da igual el partido, pues los
corruptos, tienen todos la misma ideología), de los que no vamos a dar nombres,
pero que todos conocemos…
Y recuerda siempre que: ¡El que avisa, no es
traidor!