El pequeño roedor.
Esta
es la insignificante historia de un ratón solitario, muy parecida a la de otros
muchos pequeños ratones que buscan su diminuta ración diaria de queso, que les
permita seguir adelante, mientras alimentan su estómago a la vez que su espíritu.
Me
acordé de la letra de una canción de Joaquín Sabina y quise aliviar mi soledad,
salí en busca de una gatita y patrullé por la ciudad. Antes de que llegara la
hora maldita y cerrara aquel bar. Tuve suerte y la encontré en la oscuridad de
un pequeño local. La miré y me miró. Fue una flecha que me atravesó el
corazón...
Pero a veces es demasiado el queso para un pequeño roedor. Y muy peligrosa la gata que al final acaba con el ratón. Pongamos que hablo de...Y aquí se acaba la historia. La corta historia y el breve drama, de un pequeño roedor.
Breve historia de ratones muy pequeños y
quesos muy grandes.