El abecedario (IV).
"Dile a quienes continuamente se empeñan en sacar a relucir tus defectos, que también se acuerden, de reconocer tus virtudes".
"Decir siempre lo que uno piensa, es un buen ejercicio de sinceridad y de reafirmación de la propia identidad, y siempre mucho mejor, que convertirse en portavoz de lo que otros piensan".
"Desperdiciar el disfrute de los pequeños buenos momentos (aunque sean insignificantes), que la vida nos ofrece, es como ver una moneda de 10 céntimos en el suelo, y no agacharse a recogerla".
"Después de mucho tiempo, me di cuenta, lo absurdo que era disculparme por un error no cometido, pagar por lo que no necesito, o atarme a una promesa no realizada, igual de absurdo, que comer sin apetito" .
"Dentro de la raza humana existen individuos muy especiales, siempre tienen problemas y cuando los solucionan, no saben qué hacer, se aburren, y buscan e incluso ellos mismos crean, nuevos problemas que resolver, entrando de esta forma en un círculo vicioso del que no pueden (o no quieren) salir".